martes, 16 de noviembre de 2010

Y de a poco me fuiste enamorando. Tus miradas, tus palabras. Aquellos saludos, aquellas charlas. Ese día en el que los dos eramos completos extraños y desconocidos. Los consejos, los chistes. Las promesas, las caras. Esa tarde de sol, aquella de lluvia en que las gotas caían sobre nosotros. Todo hizo que cada día te quiera un poco más. Hasta aquel día que casi derramo una lágrima. Aunque comenzó en invierno, vos hacés que en mi mundo sea primavera constantemente. Si supieras todo lo que siento por ti... pero es un secreto que, aunque quisiera gritarlo, tendré que guardar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario