viernes, 2 de marzo de 2012

Empecé hablándote sólo para conocerte. Me parecías un chico muy copado, lindo y buena persona. Al principio charlábamos, pero nada del otro mundo. Después, empezamos a saludarnos y a hablar un poco más en persona. Nunca me imaginé que terminaría quedándome horas enteras hablando con vos. Mis sentimientos ya no eran los mismos, sentía algo más. No podía dejar de mirarte. No sos nada parecido a lo que me gusta, por eso me atraías tanto. Llegó un día que nos quedamos hablando por el chat del Facebook hasta casi las 4 de la mañana. Pero me dí cuenta que nunca va a pasar nada, y ya no es lo mismo. Ya hablamos como si fuéramos grandes amigos y yo creo que lo somos. Me seguís pareciendo un chico copado, lindo y bueno, pero ya te veo simplemente como un gran amigo mío en el que se que siempre voy a poder confiar, con el cual me divierto mucho. Si algún día se da algo más (cosa que no creo) voy a tirar para adelante, pero por el momento somos muy buenos amigos.

1 comentario:

  1. Muchas gracias por estar en nuestro blog. He leído algunos de tus post y, si las fotos de la cabecera son tuyas, no entiendo bien por qué escribes con esa cierta amargura, eres joven, guapa, simpática e inteligente, ¿puede desear una persona algo más? Querida Soff, el sentido de las cosas yace, no en las cosas, sino en nuestra actitud hacia ellas.
    Con cariño.

    ResponderEliminar