jueves, 24 de mayo de 2012

A la tristeza te acostumbrás, a la rutina te acostumbrás, a la pobreza te acostumbrás, a la derrota también te acostumbrás. A la bobera te acostumbrás, a no ser nadie te acostumbrás, a amar de culpas te acostumbrás, a ser esclavo también te acostumbrás. A comer mierda te acostumbrás, a la hamburguesa te acostumbrás, al sexo frío te acostumbrás, al maltrato también te acostumbrás. A la violencia te acostumbrás, al noticiero te acostumbrás, a la careta te acostumbrás, a la mentira también te acostumbrás. Pero diciembre existió está en rinconcito del alma buena y como octubre, mi amor, esas son cosas que vuelven, que vuelven y ya. A fumar faso te acostumbrás, a tomar mate te acostumbrás, a hacer las compras te acostumbrás, a ser un seco también te acostumbrás. Al aire enfermo de la cuidad, al vino malo y a la resaca, que te caguen te acostumbrás, a cualquier moda también te acostumbrás. Y se tenían que ir pero la costumbre es tan fuerte, nena, que aún están ahí hasta que explote, espera y veras... Nunca me acostumbraré a esa señora buscando basura en la puerta de mi casa. Nunca me acostumbraré a tu carita de hambre pidiéndome algo para comer. Nunca me acostumbraré a tu barrio de lujo en frente de la villa. Nunca me acostumbraré a ver tu banco vacío en la escuela, te fuiste a trabajar...


La costumbre (Arbolito)

1 comentario: